Capitulo 3:
Presentaciones
La chica que estaba sentada a mi lado era de baja estatura, con facciones finas su pelo era corto con cada punta señalando en distinta dirección y de un negro intenso.
No hablamos en toda la clase, pero ella tenia cara de estar ansiosa por hablarme, pero yo desafortunadamente no tenia ganas de hacer amistades. Solo prestaba atención al chico de pelo cobrizo, lo único que escuche de la clase fue “la prueba la haremos el próximo lunes”. Vi la cara de alivio del chico y sentí el alivio y la felicidad de las demás personas que estaban en la sala.
Tocaron el timbre para ir al comedor y creo que mi mente colapsó un momento, obviamente yo no comía “comida humana”, la encontraba realmente repulsiva.
Tomé mis cuadernos y la chica que se sentaba a mi lado me detuvo
-hola, soy Alice ¿tu nombre es…?
-Isabella, pero dime Bella- realmente ahora por una extraña razón me parecía buena persona
-bueno creo que nos tendremos que sentar juntas, claro, yo no tengo ningún problema, espero que tu tampoco
-no, por supuesto que no
En ese momento se acercó el chico de pelo cobrizo y otro de pelo negro y corto
-ah, bella, estos son mis hermanos, el es Emmett-lo apuntó con la mano, era el chico de pelo negro- y el es edward
-hola-me dijeron los dos
-hola- respondí automáticamente
-bueno chicos ella es bella hey! Vamos al comedor, Jasper y Rosalie nos deben estar esperando ¿bella quieres ir con nosotros? Hay un espacio en la mesa.
Yo estaba rogando para que no preguntara eso, pero si no iba con ellos me quedarían mirando raro y esa no era la idea, claro. Así que asentí, pero en realidad no sabia que hacer. Nunca tuve que preocuparme por comer en el instituto porque yo no hablaba con nadie, no me interesaban.
Estábamos caminando por el pasillo y sentía las miradas de todos clavadas en mi, solo intenté estar lo mas apartada de Edward, aunque su olor llenara todo el pasillo.
Cuando estábamos en el comedor yo solo tomé una manzana y una bebida, nos dirigimos a una mesa donde estaban tres chicas y un chico. Alice nos presentó, el nombre de las chicas era: Ángela, Jessica y Rosalie y el chico se llamaba Jasper.
Nos sentamos y para mi desgracia Edward se sentó a mi lado.
Podía sentir el calor de su cuerpo, la sangre fluyendo, su corazón latiendo fuertemente, su olor quemando mi garganta y la ponzoña en mi boca.
Tenia que hallar la forma de salir de ahí, ya estaba enloqueciendo
-¿te incomoda que todos te miren?- dijo de repente Edward
-¿debería incomodarme?- respondí
Podía sentir su aliento rozando mi piel
-a mi me incomodaría
-son solo personas sin nada mas interesante que mirar.
De pronto mi celular sonó “Renèe llamando” decía la pantalla. Esa sería la razón perfecta para poder salir de ahí
-tengo que contestar, nos vemos en clases- dije lo suficientemente alto para que pudieran escucharme. Tomé mi bandeja y salí
-Renèe que pasa?
-te salve!
-¿Qué?
-Bella se perfectamente tu horario, sabia que esta era la hora para ir al casino
-oh! Gracias, no sabes cuanto te lo agradezco- dije respirando aire fresco
-ya tengo que cortar, solo fue para sacarte de la tortura
-bueno pero tengo que hablar contigo cuando llegue a casa
-bueno cariño, cuídate, chao
Y se cortó la llamada
Fui a mi auto a esperar que sonara el timbre para entrar a clases.
Estaba completamente ahogada, como alguien podía oler de esa manera. Yo no había probado nunca la sangre humana y tampoco pretendía hacerlo, yo no iba a matar a Edward, pero tampoco podría estar mas cerca de él, no quería quería cometer una locura, el solo hecho de mirarlo automáticamente mi boca se llenaba de ponzoña…
Sonó el timbre para entrar a clases. Yo rogaba para que Edward no estuviera en mi misma clase. Aun no entendía lo que estaba pasando, es mi primer día en este instituto y ya tengo problemas.
Miré mi horario y me tocaba biología. Me dirigí a la sala de clases y Edward no estaba, no pude ocultar mi felicidad, me senté en una mesa que estaba vacía, abrí mi libro de materia y me concentré plenamente en el. 20 segundos después sentí su olor, no quise levantar la cara para mirarlo y tampoco quería que él me mirara.
Sentí como movió la silla que estaba a mi lado y tuve que levantar la mirada y ahí estaba él con el pelo desordenado y una sonrisa realmente tentadora y alucinante. Me vi reflejada en sus ojos y vi en mi rostro un enorme signo de interrogación
-creo que estas en mi asiento –dijo con voz pausada
-oh, disculpa- dije tomando mis libros y parándome
Él me agarro del brazo y sentí que su mano me quemaba la piel a pesar de la ropa que cubría mis brazos
-hey! Tranquila. Yo me siento solo, si quieres te puedes quedar aquí y sentarte conmigo –dijo con una sonrisa en los labios, parecía que él quería sentarse conmigo
-no, no gracias, yo me puedo sentar en otro lugar.
En ese momento entró el profesor y nos dijo que nos sentáramos. Con resignación me senté. Mi garganta ardía, aun sentía su mano asegurando mi brazo, mi boca se inundaba en ponzoña y yo sentía su olor impregnado en cada parte de mi cuerpo.
-bueno chicos- hoy aremos un trabajo en pareja, hay un microscopio sobre sus mesas y unas diapositivas, quiero que las comparen y anotar en las guías las respuestas ok empiecen
-¿entiendes la materia? – me preguntó Edward
-si, claro
Tome una diapositiva, la puse en el microscopio la miré y respondí de inmediato lo que era. Edward me tomo la mano para tomar el microscopio y la sacó de inmediato, seguramente porque sintió mi piel fría.
Me miró con sus ojos hipnotizantes
-¿puedo? –preguntó mirándome a los ojos
-si- le respondí acercándole el microscopio.
Terminamos la actividad antes que todos. Edward era un chico inteligente, lo suficiente para que se diera cuenta que estaba en peligro. Su corazón latía fuerte, su sangre fluía con rapidez y yo estaba enloqueciendo. Mi mano sujetaba con fuerza la orilla de la mesa e intentaba respirar lo menos posible aunque su olor estuviera impregnado en cada rincón de mí.
Sonó el timbre y nuestras miradas se encontraron, me perdí en sus ojos verdes. Pero su mirada era de duda
-tus ojos, están de otro color
Seguramente mis ojos estaban negros por la sed
-humm no, no creo.
Después de decir eso salí de la sala lo más humanamente posible.
Observé mi horario para ver que clase seguía, era gimnasia, odiaba esa clase, humanos que no pueden correr rápido y que se caen constantemente.
Cuando llegué al gimnasio sentí un gran alivio, Edward no estaba, pero estaba Alice con ella no tenia ningún problema, era amable un poco extrovertida pero me caía bien
Alice se acercó a mí y me abrazó
.Bella! te desapareciste en el almuerzo
-si, es que tuve un problema
-pero… todo bien?
-si
-genial, ven a cambiarte de ropa. Te voy a presentar a unas amigas que te van a caer muy bien. ¿Con quien te sentaste en la otra clase?
-con Edward
-¿edward? ¡Mi hermano! Ah eso le debe haber gustado, lo conozco bien, le gustas
-¡ay Alice! que dices
- es cierto, lo conozco casi se le cayó la baba cuando te vio
- ya calla calla
No podía ni siquiera pensar en que Edward se fijara en mí. Era imposible.
YAHH AKI ESTA ES CAPITULO 3 DE MI FIC!!! YA KE LA PANXA CULLEN ME ESTABA MENASANDO DE MUERTE PORKE NO LO SUBIA... GRASIAS POR TODO EL APOYO Y LA HERMOSA DISPOSISION DE LA RUTH POR LEER MI FIC Y DESIERME QUE ESTABA BIEN O MAL
SUS COMENTARIOS SON MUY CONSTRUCTIVOS PARA MEJORAR.. GRASIAS.. JAVIIERA CULLEN
